Erlinda Isabel Rivera Zeas, de 37 años, una buena samaritana habitante del barrio Villa Valencia de Jinotega, denunció por robo a una mujer de origen hondureño llamada Astry Ninoska Espinal Reyes, de 27 años, a quien le dio posada con su esposo de nombre Luis y su hijo de nombre Holman.
La denunciante le dio posada a los hondureños quienes le dijeron que andaban rodando y no tenían donde dormir.
Al día siguiente Erlinda salió a trabajar y al regresar se enteró que las personas a las que le había dado posada no estaban, y que se le habían llevado C$ 30,000 córdobas, $ 280 dólares y una cadena de plata, valorada en C$ 380 córdobas que tenía guardados.
Jamenber